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¿Qué hace síntoma hoy? II
La noción de síntoma, como lo he señalado muchas veces, y como es muy fácil localizarla, se debe a la lectura de quien es su responsable, a saber Marx.1
¿Qué función tiene el discurso social en el padecimiento sintomático?
Lo social existe a partir de una configuración nueva que se desarrolla en el siglo XIX en occidente que, en ese momento, se reduce a Europa Central.2
Hasta el siglo XIX no había una distinción para el sufrimiento y padecimiento del individuo. Freud responde a un conflicto social nuevo: la histeria, pero plantea una solución individual: el aparato psíquico de cada uno. En este sentido, reforzó el individualismo, que caracteriza a Occidente.
Lacan hace una propuesta novedosa y diferente, plantea lo social como cadenas de anillos que se articulan a cadenas de anillos, como redes articuladas donde el eslabón mínimo es la articulación Sujeto-Otro. El sujeto no es el individuo, es el sujeto de la ciencia moderna, lo que implica dar un lugar fundamental al saber y la verdad como las dos caras de la banda de Moebius. De este modo cae cualquier certeza, el analista parte de su «nesciencia», el saber será conjetural, y la verdad discursiva y textual.
Con este nuevo concepto de sujeto propone una función social para el psicoanálisis que sería deshacer la idea de individuo, tanto para el sufrimiento particular como para la sociedad en general. Sujeto y Otro puede ser en un caso, el consentimiento, la chica con la pareja que la maltrata, la maternidad sin pareja, el niño inadaptado en el colegio, un adolescente con miedo a ejercer violencia, depende del contexto. En estas configuraciones particulares, podemos leer la trama de las generaciones, las repeticiones, los significantes, que permitan producir un nuevo sujeto.
El síntoma como retorno de la verdad en la falla del saber3, se encuentra formulado en Marx, como síntoma social, que viene a decir que lo que parece una libre transacción de fuerza de trabajo por salario, encubre una relación de dominio.
Lacan conserva la estructura del síntoma social de Marx: El síntoma está en el lugar que lo piensa Marx pero, determinado por la particularidad en cada caso de su inconsciente, toma un sentido particular.4
Pensar el síntoma en una economía libidinal individualista o en una economía política que implica un sistema de relaciones, no es sin efectos en la dirección del tratamiento.
Una pregunta de un chico de 16 años en consulta: «¿cómo saber que un sí es sí y un no es no?» que le interroga en relación al encuentro sexual y a un decir de su madre y de su tía materna: «una chica puede meterte en un lío, tal y como están las cosas». Pregunta en relación al debate actual5 sobre el consentimiento.
El consentimiento sexual se plantea desde el discurso social y legal con gran confianza en las posibilidades del pacto para despejar cualquier tipo de sombra que se cierna sobre el encuentro sexual. Los lemas «sí es sí» y «no es no» siguen el paradigma positivo del consentimiento como expresiones libres del deseo6.
En el contexto de violencia sexual (situaciones como la de la manada, violaciones grupales o sumisión química y acoso sexual) en la cultura del consentimiento la verbalización explícita se presenta como antídoto contra la violencia sexual.
La escisión del sujeto pondrá en serios apuros al individuo soberano al que las leyes tratan como dueño de una voluntad unívoca y autoconsciente. Que el sujeto no coincida consigo mismo, que esté atravesado por el deseo, pone en jaque los delirios de grandeza del individualismo moderno: sujeto iluminado por la razón que no necesita a los demás, absuelto de cualquier forma de interdependencia y construido sobre la ficción de una falsa autonomía.
En relación a la articulación sujeto- Otro y partiendo de la pregunta particular del sujeto, todo acercamiento sexual supone asumir un cierto riesgo. Para este parlêtre el riesgo de no ser deseado por el otro, pero, sobre todo, de no leer bien las señales, toparse con el «lío» en el que le puede meter una chica, ser «acusado de acosador/mujeriego/baboso» (significantes del sujeto), y poner en jaque su «reputación» (en relación a la reputación del padre) si es denunciado.
Notas
1 Lacan J. Seminario XVIII De un discurso que no sería del semblante (16/6/71)
2 Donzelot J. La invención de lo social. Nueva Visión 2007
3 Lacan J. Del sujeto por fin cuestionado. Escritos 2 p. 224.
4 Lacan J. Seminario XXII R.S.I. (21/1/75).
5 Judith Butler. «Consentimiento sexual. Algunos pensamientos sobre el psicoanálisis y la ley»; Columbia Journal of Gender and Law, vol.21, Núm. 2, 2011. Santiago Alba Rico. «La voluntad y el deseo». En «Todo el pasado por delante». La Catarata, Madrid, 2017. Clara Serra. «El sentido de consentir». Nuevos cuadernos Anagrama, Barcelona, 2024. Shaina Joy Machlus. «La palabra más sexy es sí. Una guía del consentimiento sexual». Vergara, Barcelona, 2019. Agustín Malón. La doctrina del consentimiento afirmativo. Aranzadi, Pamplona, 2020. Katherine Angel. «El buen sexo mañana. Mujer y deseo en la era del consentimiento.» Alpha Decay, Barcelona, 2022.
6 «Cuando tienes una primera cita hay una cosa imprescindible …decir exactamente qué es lo que estás buscando» (Video promocional en Instagram de Henar Álvarez, actual presentadora del programa «Al cielo con ella»).