Publicado el 28/03/2025

La maternidad

Hoy la maternidad se presta a ser considerada como un síntoma.

Si bien Lacan se había referido —como en ningún otro caso— al «instinto» materno, es la maternidad de hoy en día el acontecimiento que más ha sufrido los vaivenes de la biología y la cultura. El cuerpo que cada mujer defiende como «propio», en la negativa de aceptar su constitución en el Otro, es un cuerpo que, resistiéndose a dicha posesión, convierte a la maternidad en un territorio sintomático como pocos.

En 1970 Lacan se plantea: «Nuestra época es la primera que siente el cuestionamiento de las estructuras sociales por el progreso de la ciencia». Casi cincuenta años más tarde esto se nos hace más que evidente y nos sitúa ante una multiplicación de formas de la maternidad, formas que resultan tanto de la incidencia de la ciencia sobre la biología (que genera la inseminación artificial como una modalidad incluso deseada) como de nuevas modalidades socio-culturales, como las maternidades subrogadas. Desde las maternidades que resultan de lo más real del cuerpo hasta maternidades que parecen responder a las teorías sexuales infantiles —léase cigüeña o coliflor.

Las madres solas de la actualidad (madres solas hubo siempre pero su soledad era distinta), sostenidas en un discurso que las empuja al apego y al colecho, faltas de la mediación paterna —tanto del propio padre como del partenaire— se encuentran, angustiadas, con la respuesta sintomática de la hiperactividad en el niño, sometido a un cuerpo a cuerpo que, a falta de dicha mediación, pide más. Madres que han provocado, con su propia demanda insatisfecha, una demanda insaciable en su cría.

En este clima de desorden y confusión respecto de la crianza, florecen especialistas de todo tipo que se presentan como dueños de un saber sin cuestionamiento, capaces de brindar a las madres las recetas que permitirían una crianza «armónica y feliz»… siempre y cuando aprendan a dormir a sus hijos con los irracionales mandatos del dr. estivil. Y estén dispuestas a compartir con ellos la dosificación cotidiana de Rivotril. La folie a deux está cantada.